sábado, 20 de noviembre de 2021

El Arte Perdido de las OVAS:

 


Supongo que para empezar este post lo mejor es dar una explicación de a que nos referimos con el término OVA y un poco de historia para así  dar algo de contexto a las personas que no están muy metidas en el fandom del anime.  


OVA es un acrónimo para Original Video Animation. O sea anime producido para ser distribuido exclusivamente en formato de video casero. Aunque técnicamente desde mediados de los años 70’s se intentó distribuir anime mediante películas de 8mm, pero el muy alto costo tanto de las cintas como de los proyectores necesarios para reproducirlas hizo que este tipo de distribución no fuera sostenible a largo plazo. No fue sino hasta principios de los años ochenta con la aparición de los formatos VHS y Beta (mucho más baratos y versátiles que cualquiera de sus antecesores) y la aparición de los videoclubs que por fin fue viable la creación de anime para el mercado del video casero. Siendo Dallos serie de cuatro episodios producida por el estudio Pierrot y dirigida por el famoso director Mamoru OShii el primer anime distribuido en este formato en 1983.



A partir de aquí empezó la época dorada de los OVAS la cual fue muy larga, durando hasta casi hasta finales de los dos mil. Durante estos casi treinta años Los OVAS sirvieron como medio para que muchos estudios demostraran lo que podían hacer, como fue el caso del estudio GAINAX cuyos primeros trabajos relevantes Gunbuster y Otaku no Video fueron lanzados en este formato, ayudando a este estudio a sobresalir hasta que unos años después llegara el anime que los encumbraría.



También sirvió para que muchos mangakas populares pudieran tener la oportunidad de que sus obras más controversiales pudieran tener una oportunidad de ser llevadas a la animación sin tener que pasar por todas las restricciones y censura televisiva. Quizás el caso más famoso de este tipo de censura sea el de él legendario  mangaka Go Nagai. Que a lo largo de su carrera ha visto como la mayoría de sus obras tuvieron que ser infantilizadas y los elementos de erotismo y violencia que suelen caracterizar su trabajo reducidos al mínimo posible o completamente eliminados para así poder cumplir los estándares de la tv. No fue sino hasta principios de los años noventa que por fin pudo ver sus trabajos más importantes adaptados de forma mucho más fiel y respetuosa a su visión original y también tuvo la oportunidad de que algunas de sus obras más polémicas como: Violence Jack y Kekkou Kamen tuvieran la oportunidad de ser llevadas al anime en toda su violenta gloria.



A partir de esta época empezaron a proliferar OVAS con alto contenido de sexo y violencia. Es quizás por esto que el género que más se benefició de la falta de restricciones de contenido en las OVAS fue sin duda el Hentai. Si bien la animación para adultos ya existía desde hacía mucho tiempo atrás fue a partir de finales de los ochentas que empezó a producirse de forma masiva gracias a las facilidades de distribución que ofrecía el video casero y continuo hasta nuestros días.



Aunque todo esto podría hacernos creer que lo único que el formato OVA no tenía más que porno y gore para ofrecer. Pero en realidad esto no era así. Desde el principio series de ovas de muy buena calidad, la mayoría de ellas enfocadas a promocionar mangas populares que debido a su contenido o extensión no podía ser adaptada al formato televisivo. Así fue como obtuvimos las adaptaciones de mangas increíblemente populares como: Jojo’s Bizarre Adventures, Ah My Goddess, Battle Angel Alita, Bastard y un largo etcétera. Aunque esto tuvo la desventaja de que estas han sido la única versión animada que muchas de estas historias tuvieron durante décadas  y en algunos casos la única que han tenido en su historia.



Pero esto no significa que solo se produjeran ovas con intenciones puramente publicitarias. También existieron animes creados específicamente en este formato con la intención de adaptar obras que posiblemente no hubieran encajado en la tv de la época.  El caso más famoso de esto sería la serie Ginga Eiyuu Densetsu (Legend of the Galactic Heroes) que conto con un total de 110 episodios que fueron producidos de 1988 a 1997. Hasta el día de hoy este es considerado uno de los mejores animes de la historia (el número ocho según My Anime List). Aunque en este caso supongo que los fans de esta serie debieron pasarla bastante mal, ya que tuvieron que comprar más de 50 casetes con el alto costo que esto implicaba y esperar casi una década para completar la colección.



Tocando por fin el tema que le da el nombre al post ¿Por qué digo que los ovas es un arte perdido? Esto se debe a que aproximadamente desde el año 2010 las ovas han ido perdiendo relevancia en la industria del anime. Se podría decir que Hellsing Ultimate fue la última gran producción en aparecer en este formato hace casi una década en el 2012 y desde entonces el único espacio que ocupan las OVAS dentro de la industria es el de servir como capítulos extras para tratar de impulsar las ventas de las series de tv, limitándose simplemente a ser el típico capítulo de playa o de aguas termales sin que ninguno de estos episodios tengan ningún avance significativo en la historia y ni siquiera tienen mejoras significativas en la animación o los valores de producción en general.

Es de suponerse que esta aparente decadencia se debe a la inminente muerte de los formatos físicos. Y aunque ahora se usa el termino ONA (Original Net Animation) que en teoría serviría como sustituto de los ovas, pero se podría decir que hasta ahora no cumplen con las características como los altos valores de producción, La libertad creativa en lo referente a contenido violento o erótico dejándolos tan solo con solo su faceta promocional sirviendo únicamente para medir el éxito potencial que podría tener la adaptación de algún manga o novela ligera o videojuego.



Pero por muy oscuro que se vea el panorama para las OVAS la verdad es que aún queda esperanza, pero esta no pasa por los grandes estudios de anime sino por proyectos independientes. Desde hace algunos años han empezado a aparecer OVAS creados por estudios independientes y animadores freelance que gracias a la financiación mediante crowdfunding han conseguido producir trabajos de muy buena calidad. Animes como Nekopara, Under the Dog y Santa Company demostraron que este medio aún le queda vida al punto de llamar la atención de los estudios grandes y conseguir un anime para tv como fue el caso de Nekopara.



Como verán aún hay una pequeña luz al final del túnel. Pero aun así se extraña la época en la que los grandes estudios usaban este medio para lanzar sus proyectos más arriesgados en este formato pero como ya dije es posible que la inevitable muerte de los soportes físicos termine por acabar con este. Así que lo único que nos queda es agradecer y disfrutar de todo el anime bueno y malo por igual que se produjo a lo largo de casi tres grandiosas décadas de vida de las OVAS.