Desde el pasado sabado el famoso sitio de streaming de anime
y series asiáticas Crunchyroll ha abierto oficialmente sus puertas para el
público Latinoamericano.
Podríamos considerar la llegada de este servicio como un gran
avance en lo que se refiere a la distribución de anime en nuestro territorio,
pero al parecer la noticia de su arribo no ha sido bien recibida por buena
parte del fandom.
Muchos temen que ahora que Crunchyroll está en Latinoamérica
esto inicie una casería de brujas en contra de los fansubs latinos por el tema
de las licencias y el hecho de que el famosos sitio de descargas Mcanime haya
anunciado que a partir de ahora retirara los links de todas las series
licenciadas por Crunchyroll no ha hecho más que acrecentar estos temores. Aunque en principio estos temores podrían
parecer muy paranoicos la verdad es que
después de lo ocurrido con Megaupload y el coso del que están sufriendo los
demás servidores no es de extrañar que haya gente preocupada por el futuro del
anime en internet. Aunque por el momento Crunchyroll y Mcanime aseguran que no
piensan realizar ninguna acción en contra de los fansubs, simplemente no
podemos estar 100% seguros de que esto no cambiara en un futuro, así que habrá
que estar atentos con este punto.
Personalmente el servicio me parece bueno y su precio es sumamente
accesible. Aunque tiene algunos problemas como el que no todo su catalogo
estará disponible en nuestro territorio y las formas de pago tampoco me parecen
del todo practicas para todo el mundo: Pay Pal y pago por SMS (desconozco como
funciona este ultimo). Creo que una buena opción sería poder pagar a través de
depósito bancario directo o con tarjetas de prepago. Esperemos que conforme
pase el tiempo hagan el esfuerzo por solucionar estas cuestiones.
Si este proyecto tiene éxito o no es algo que solo el tiempo
nos dirá, por el momento solo nos queda esperar que la llegada de Crunchyroll
sea algo que beneficie a los fans del anime en nuestra región que actualmente
se encuentra casi completamente olvidada y relegada por los distribuidores. Y por
otra parte también esperemos que no vaya a convertirse en la encarnación de
nuestros peores temores sobre el anime y el internet.
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