Mirando Atrás: Minami Magazine

Si ustedes nacieron en este siglo y son fans del anime, quizás les sorprenda saber que las cosas han cambiado mucho en esta década y media (no tienen idea de lo viejo que me hizo sentir este párrafo).

Hace 15 años Internet aún se encontraba relativamente en pañales y la mayoría solo lo usábamos para mandar emails y ver pornografía (no es que esto último haya cambiado mucho). Los fans del anime no teníamos páginas como Anime News Network, ni miles de blogs como este donde nos enteráramos de las últimas noticias relacionadas con este medio. En esos obscuros días nuestra única fuente de información sobre anime eran las revistas (ya saben, esas cosas hechas de papel que sus papas tienen en el baño) las cuales tuvieron un auge importante entre finales de los noventas y principios del dos mil. En México tuvimos algunas que sobresalieron por su buena calidad como lo fueron: Animanga, Domo, Seinen e incluso la longeva Conexión Manga. Pero sin lugar a dudas la mejor revista no era oriunda del país, sino que venía de la madre patria, me refiero por supuesto a Minami.

Minami y su hermana Dokan eran muy diferentes a las revistas que teníamos de este lado del charco. No solo por la calidad de su impresión, sino por su contenido en general. Publicada por primera vez en la navidad de 1998 bajo en nombre de Minami 2000 (nombre que cambiaría a solo Minami después de 11 números) por la editorial Ares Multimedia la revista se convirtió rápidamente en un gran éxito tanto en España como en el extranjero, llegando incluso a ser la revista más vendida de España durante un par de años.

El éxito de Minami en mi opinión se debió a varios factores uno de los más importantes era el profesionalismo con el que era hecha, la mayoría de las revistas de esos tiempos eran proyectos de grupos de fans (lo cual no tenía nada de malo) en el caso de Minami y Dokan resultaba bastante obvio que detrás se encontraba gente profesional que sabía lo que estaba haciendo. Otro factor era su irreverente y polémico director Lázaro Muñoz es cual no tenía muchos reparos y ninguna clase de tacto a la hora de dar su opinión de cualquier tema y no temía entrar en discusiones con sus muchos detractores a través de su espacio editorial cada mes y Finalmente la gran cercanía que tenían con sus lectores, siempre dándole importancia a sus opiniones y manteniendo secciones donde podían interactuar directamente como el pequeño agregado donde publicaban las historietas que enviaban los lectores. Tampoco tenían problemas con tratar temas no relacionados con en anime, como el cine, los comics o la literatura juvenil como por ejemplo el en ese entonces naciente fenómeno de Harry Potter. Además tampoco tenían miedo de tratar temas polémicos, por ejemplo fueron la primera revista en dedicarle un número especial al Hentai.

En general el contenido de Minami era sumamente localista, pero aun así resultaba entretenido de leer para los lectores extranjeros. Los cuales solo podíamos ver con envidia como nuestros hermanos españoles podían ver series de las que nosotros ni siquiera habíamos oído hablar y tenían compañías que editaban anime en formato casero cuando nosotros nos teníamos que conformar con lo poco que las televisoras quisieran darnos. Además los reportajes dedicado a los salones del manga de Barcelona y otras ciudades eran muy interesantes para todos aquellos que nunca habíamos asistido a un evento así, ya que en ese entonces las convenciones de anime en México estaban confinadas a la capital del país y ha ciudades grandes como Guadalajara y Monterrey.

Otro elemento por el que Minami sobresalía era por el CD que acompañaba a la revista. Este cd contenía imágenes, canciones, clips de video, protectores de pantalla, temas de escritorio, etc. Así como diversos programas para hacer correr todo en tu pc sin problemas. Este agregado hacia que la revista fuera aún más codiciada por los fans, lo cual la convertía en un producto difícil de conseguir y muy costoso, al menos para la época. Generalmente si tenías la suerte de encontrarla en alguna librería grande podías comprar la revista a un precio de 75 pesos, pero en puestos de revistas y librerías pequeñas el precio oscilaba entre los 100 y 150 pesos y por supuesto no faltaba quien le sacara el cd a la revista y lo vendiera por separado. Por lo cual cada una que conseguía la trataba como un verdadero tesoro.

Mis primeros MP3 de anime los obtuve gracias a los cds de Minami, recuerdo como a mi madre casi la vuelve loca el que me pasara horas escuchando los openings de Evangelion, Ranma y Karekano. De hecho aún los conservo estos discos en buen estado:

Finalmente Minami dejo de publicarse en diciembre del 2008 coincidiendo con su décimo aniversario, dejando detrás de sí un total de 102 ejemplares y un montón de buenos recuerdos en todos los que tuvimos la suerte de conocerla.  Porque en general como otaku de la vieja escuela pocas cosas me resultan tan plácidamente nostálgicas como hojear mis viejas revistas y volver a ver el contenido de esos viejos cd que a pesar de todos los años que han pasado aun funcionan. Y pienso que esto es lo que distingue a una gran publicación de otras, el dejar una impresión duradera en sus lectores y esto fue precisamente lo que Minami logro con migo y espero mantener estos buenos recuerdos por muchos años más.